sábado, 10 de diciembre de 2011

Encontrando el Agua que Calma la Sed.

Evangelio Según San Juan 4, 5-15.
En cierta ocasión llego Jesús a una población de samaria llamada sicar, cerca del terreno que Jacob había dado a su hijo jose, allí se encontraba el pozo de Jacob. Jesús fatigado del viaje, se había sentado junto al pozo. Era la hora del medio día. Una mujer de samaria llego a sacar agua, y Jesús le dijo: “Dame de beber”. Sus discípulos se habían ido a comprar alimentos. La samaria le respondió:”¿Por qué tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?”

Los judíos en efecto, no se trataban con los samaritanos. Jesús le respondió: ”Si conocieras el don de Dios y quien es el que te pide de beber, tú le habrías pedido a El. Y él te hubiera dado agua viva.” “Señor - le dijo ella -, no tienes con que sacar el agua, y el pozo es hondo. ¿De dónde sacas el agua viva? ¿Eres acaso más  grande que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, donde bebieron el, sus hijos y animales?”

Jesús le respondió: “Todo el que bebe de esta agua, volverá a tener sed, pero si bebe del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed. El agua que yo le daré, se volverá en él, un manantial que salta hasta la vida eterna.” La mujer le dijo: ”Señor, dame de esa agua, para no volver a tener sed ni tener que venir aquí a sacarla.

Muchos samaritanos de aquella población creyeron en Jesús al oír lo que la mujer les conto

Palabra del Señor.

Reflexión del Evangelio

Cuántas veces hemos escuchado la frase “Fuente de Agua Viva”  suena muy atractiva pero no sabemos en dónde encontrarla, igualmente le sucedía a la mujer samaritana varias veces al día tenía que ir al pozo a sacar agua porque la que llevaba no le calmaba su sed definitivamente, solo por corto tiempo. Cuando ella se encuentra con Jesús, se da cuenta que él es la fuente de agua que le calmara su sed para siempre y  no tendrá que volver al pozo porque ya no sentirá más sed.

La misma situación de la mujer samaritana nos pasa a todos, buscamos saciar nuestra sed en varias fuentes: relaciones afectivas, placeres, adoración de nuestro cuerpo, consumismo, dinero, alcohol, drogas, cosas materiales, apegos, pero estas fuentes nos calma la sed por momentos y debemos como la mujer samaritana volver al pozo a buscarlas para poder calmar nuevamente nuestra sed temporalmente.

Pero la propuesta que nos hace Jesús es, Beban de mi fuente yo soy agua viva en abundancia, acéptame en tu vida y no volverás a sentir más sed, por el contrario tal como lo hizo la mujer samaritana invitaras a otros a que también beban.

En este tiempo de cuaresma convierte y cree en el evangelio que es Jesús, la confesión, la comunión y la eucaristía son la fuente de agua viva donde esta Dios.


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